Cómo usar un bastidor de bordado

Para sujetar la tela y bordar sin que esta se arrugue, utilizamos un bastidor de bordado, un dispositivo que emplean tanto los bordadores principiantes como los expertos. Estos son generalmente aros de madera, los que estiran y sujetan la tela firmemente. Además, cuentan con una superficie lisa y uniforme que impide que el tejido se enganche, se rasgue o se rompa.

Además del clásico bastidor redondo de mano, hay otros tipos de bastidores, de modelos y formas diferentes. Los bastidores de pie son muy cómodos, pues nos permiten el bordado con manos libres. También podemos encontrar bastidores cuadrados, ovalados, etc.

Paso a paso para usar el bastidor de bordado

Prepara el bastidor

Cuando colocas la tela en un bastidor de bordado, tiende a deslizarse entre los dos aros, especialmente si el bastidor es de una medida grande. Para ello, puedes utilizar un truco muy simple que consiste en envolver una tira de sesgo o de tela de algodón alrededor de uno de los aros.

La medida adecuada para el sesgo es de aproximadamente 2 metros, para un bastidor de 13 centímetros.

Transfiere el diseño a la tela

Copia el diseño a la tela que vayas a bordar. Para ello, usa un software de edición de imágenes, imprime el diseño en la medida deseada y luego cálcala con un rotulador para tejidos o un lápiz.

Si la tela es muy gruesa y no distingues bien las líneas del dibujo, puedes usar un papel de calco para tejidos. Para usarlo colócalo entre la tela y el dibujo, y luego simplemente repasa las líneas con un bolígrafo.

Corta la tela

Si no necesitas trabajar con una tela amplia, lo mejor es cortarla en una medida que te sea cómoda para realizar el bordado. Para ello, debes tener en cuenta dejar un margen bastante grande, de al menos 5 centímetros, alrededor del aro.

Cuando el bordado es de un tamaño mayor que el bastidor, lo que debes hacer es sujetarla dejando en el centro del aro el sitio donde comenzarás a bordar. Mientras realizas el bordado, deberás ir desplazando la tela y volviéndola a ajustar.

Monta el bastidor de bordado

Desmonta el bastidor y coloca ambos círculos sobre la mesa de trabajo. Luego coloca la tela a bordar sobre el aro pequeño, apoya encima el círculo grande y deslízalo hacia abajo, de forma de ajustar la tela.

A continuación, tira un poco de los bordes de la tela para tensarla y gira el tornillo para que no se vuelva a mover. La tensión debe ser igual en todas direcciones, para que la tela no se deforme.

De todas formas, a medida que vayas bordando el diseño, la tela se irá aflojando, por lo cual es conveniente volverla a ajustar cada tanto. 

Comienza a bordar

Comienza a bordar insertando la aguja del reverso del bastidor, de forma que el nudo del hilo quede hacia atrás. Durante el bordado debes sujetar el bastidor con una mano mientras bordas con la otra, a no ser que uses un bastidor de pie, en cuyo caso debes colocar la mano derecha sobre el bastidor y la izquierda por debajo (o viceversa, si eres zurdo) e ir manipulando la aguja con la mano que corresponda.

¿Es necesario desarmar el bastidor luego del bordado?

Si bien es recomendable desmontar el bastidor cada vez que termines de bordar, para que no queden marcas en la tela, esto depende del tiempo que vaya a transcurrir hasta que vuelvas a retomar la labor.

Si crees que no pasará mucho tiempo, simplemente puedes tapar el bordado con un paño. De lo contrario, afloja el tornillo, quita la tela, alísala y cúbrela, para mantenerla limpia.